viernes, 29 de octubre de 2010

Intimidad con nosotros mismos e intimidad con los demás

Como el proceso de afirmación comienza cuando descubrimos las virtudes en nosotros mismos, la intimidad con nosotros mismos es esencial para tener intimidad con los demás.

Esta intimidad con nosotros mismos crece a medida que nos hacemos conscientes de nuestros más profundos sentimientos, necesidades, miedos, decepciones y sueños. Si no tenemos conciencia de esto, no tendremos un yo para dar a los demás. Pero tal toma de conciencia requiere de tiempo y de estructuras.

Erikson dice: “A menudo, uno puede estar enamorado o involucrarse en intimidades, pero la intimidad que ahora está en riesgo es la capacidad de comprometerse con afiliaciones concretas que pueden exigir sacrificios y concesiones significativos".

Así, intimidad no es sinónimo de expresión sexual ni de un compartir romántico, sino que se refiere a la exposición personal y a la mutualidad que se comparten en una amplia gama de relaciones (amistades, familia, compañeros de trabajo, vida en comunidad, etc.)

Por: Diana García

Fuente: Almas

Yo, también, uso Photoshop

¿Estás enamorado y no te corresponde?

Sin duda a muchos de nosotros nos ha pasado que nos gusta alguien guapísimo (a) y buena onda, pero…hay un pequeño detalle: tiene novia(o).Esto nos hace sentir desilusionados e incluso nuestra autoestima se viene abajo.

Si el ó ella tiene pareja ó simplemente no te hace caso, hay una buena noticia, No es el fin del mundo, hay muchos más. Sé que no es fácil, que quizá estés pensando que no hay nadie como el ó ella, pero espera, deja que el tiempo ponga todo en su lugar. Sé que tal vez sientes desesperación, ansiedad, incluso sientas que algo aprieta tu corazón, pero créeme todo esto pasará y cuando menos te lo esperes alguien inesperado llegará a tu vida. El amor es así, nos sorprende y llega en el momento más inesperado. En algunos casos sucede que conocemos a alguien con quien nunca nos imaginamos tener un noviazgo y ¿qué creen?, que se da simplemente por una casualidad, por detalles bonitos, por situaciones que no habías imaginado.

Mientras llega esa persona que tanto esperas te sugiero te preocupes por ser cada día una mejor persona, para que estés preparado (a) para dar verdadero amor y por lo tanto recibirlo de verdad.
Alguna vez una persona que admiro me dijo algo muy cierto que quiero compartir contigo: “No te preocupes por encontrar la persona indicada, preocúpate por ser la persona indicada.

Guíate por la frase y ya verás que te sentirás mejor, las circunstancias tornaran más llevaderas y tu vida tomará otro sentido, pero sobre todo te permitirá estar preparado (a) para quien tanto anhelas.

Fuente: Almas

jueves, 28 de octubre de 2010

¿QUÉ ES AMAR?

El noviazgo es un aprendizaje del amor. Fuimos criados para vivir ese sentimiento. Sin él el hombre y la mujer no pueden ser felices. Pero, al final, ¿que es amar? Lo que lleva a muchos matrimonios al fracaso es la noción falsa que se tiene del amor hoy. Hay en el aire una “caricatura” del amor. Si yo le diera un billete de cien pesos falso, no lo aceptaría, pues no vale nada, y todavía podría ser incriminado por causa de él.

Si construyese una casa usando cimiento falsificado, cuidado, porque podría caer sobre su cabeza. De la misma forma, el llevar al matrimonio un amor falso, ciertamente hará que caiga, pues el “cimiento” de la unión es el amor. Para mostrar claramente lo que es amar, vamos a iniciar mostrando lo que no es amar. Amor no es egoísmo, esto es, preferencia por mí, pero por el otro.

Si come una fruta con placer, no puede decir que la ama. Si tiembla de pasión delante de una chica y le dice: “yo te amo”, esté seguro de que está mintiendo, pues ese temblor es señal de que quiere saciar su ego deseoso de placer. Eso no es amor, es pasión carnal, es egoísmo. Si está encantada con la belleza de él y se desdobla en declarar su amor por él, sepa que eso también no es todavía amor, pues amor no es pura emoción o sentimiento.

Amar es mucho más que eso, pues no es satisfacerse a si mismo, sino al otro. Cuando dices a alguien “yo te amo”, esté seguro de que no quiere su propia satisfacción o felicidad, sino la del otro. Cuidado con las “caricaturas” del amor, porque estas son falsas y no pueden hacer la felicidad de la pareja. Todo joven tiene sed de amar, pero, muchas veces, su amor es enmascarado y se presenta falso y peligroso.

Amar no es apoderarse del otro para satisfacerse; es lo contrario, es darse al otro para completarlo. Y para eso es necesario que renuncie a sí mismo, olvidándose de sí mismo.

Corre el riesgo de, insatisfecho, querer apasionadamente agarrar aquello que le falta; y eso no es amar. Así el amor muere en sus manos. Sólo comenzará a comprender lo que es amar cuando su voluntad de hacer el bien al otro sea mayor que su necesidad de tomarlo sólo para sí, para satisfacerse.

Las pasiones sensibles de la adolescencia no son el auténtico amor, pero la perturbación de un joven que encuentra delante de sí los encantos y la novedad de la masculinidad o de la feminidad. Es fácil entender que aquellos que quisieren construir un hogar sobre ese piso de emociones estarán construyendo una casa sobre la arena. Muchos matrimonios se derrumbaron porque fueron realizados “a ciegas”, sin preparación para que hubiese armonía, sin el aprendizaje del amor. Amar es darse, nos enseña Michel Quoist. Es dar a sí mismo al otro para completarlo y construirlo. Pero para que pueda verdaderamente darse a alguien, necesita primero “poseerse”. Nadie puede dar lo que no posee. Se no se posee, si no tiene el dominio de sí mismo, ¿como, entonces, quiere darse a alguien?

Si su corazón late acelerado delante de alguien que lo atrae, eso es sensibilidad, no lo llame todavía de amor. Si perdió el control y se entregó a él, eso es fragilidad, no llame eso todavía de amor. Si está encantada con la cultura de él, fascinada por su bella carrera y ya no consigue más estar sin su plática, eso es admiración, todavía no es amor. Aunque esté, hasta las lágrimas, delante de un hecho chocante, eso es más sensibilidad que amor. Amar no es “ser prendado” por alguien, “poseer” alguien o tener afecto sensible por él, o aún rendirse a alguien.

Amar es, libre y conscientemente, darse a alguien para completarlo y construirlo. Y eso es más que un impulso sensible del corazón; es una decisión de la razón. Por eso, amar es un largo aprendizaje, no es una aventura como la mayoría piensa. No se aprende a amar cambiando cada día de compañero, sino aprendiendo a respetarlo, tanto en cuerpo cuanto en alma. Amar es una decisión. Y la decisión no es tomada apenas con el corazón, empujado por la sensibilidad. La decisión es tomada con la razón.

Cuando amamos de verdad, nos volvemos libres de hecho, pues el amor nos libera de nosotros mismos y de las cosas que nos atan.

Por: Felipe Aquino

Fuente: Almas

Enamorarse.... y amar

El enamoramiento… etapa de sueños, sonrisas, ilusiones, y sensaciones agradables. Etapa necesaria para comenzar una relación de pareja, pero, ¿qué es en realidad el enamoramiento?

Se da por la proyección de sí mismos que dan las dos personas involucradas tanto a nivel conciente, como a nivel inconsciente. Es ver en el otro lo que me gustaría tener, o no veo en mí y el otro tiene; así como lo que no me gusta de mí mismo y el otro tiene.

En realidad, al principio del enamoramiento, no puedo ver en el otro algo que yo mismo no tenga, sino que es pura proyección de mí persona de la cual formo una imagen psico - afectiva del otro. Esta imagen que me formo del otro se enfoca solamente en la parte positiva introduciendo un mecanismo de defensa llamado “negación” que evade los aspectos que no me gustan de mí mismo y por tanto no veo en el otro, viéndolo como fin de mi felicidad; por lo que me da, por las sensaciones que produce en mi persona el tenerle cerca, así como al recibir detalles de interés y afecto.

Después de un tiempo, el enamoramiento acaba y baja el nivel de sensaciones que se producen en la persona por estar cerca del otro o incluso simplemente por pensar en él - ella. Se comienza a ver al otro tal cual es con sus cualidades -antes extradimensionadas-; y sus defectos -antes no vistos-. Se rompe esa imagen que se había creado del otro y llega la duda por si hice una buena elección; o se tienen resentimientos porque “el otro me engañó” al presentar algo que en realidad no era. Pero la realidad es que esa primera imagen que se tenía, era tan sólo UNA imagen, la proyección positiva de mí mismo, pero no la otra persona.

La madurez en el amor se reconoce cuando una persona es capaz de relacionarse de manera completa, aceptando los sentimientos positivos y negativos que genera la persona real del otro con su personalidad específica, siendo mayor la satisfacción de relacionarse por esas partes positivas que el otro tiene y ahora también veo. Implica de igual manera, la aceptación de mis propias cualidades y defectos que ahora puede ver mi pareja e incluso me los hace ver con más claridad, permaneciendo la satisfacción de relacionarse por los aspectos positivos.

Laing menciona que es necesario tener un sentimiento sólido de la realidad de nuestra identidad para poder establecer una verdadera relación con el otro y no sentirse amenazado de perderse a sí mismo. Si no se tiene esa base de madurez en la propia persona, la relación será superficial y se buscará alguien que no exija tampoco un amor profundo, saltando muchas veces de una relación a otra en la búsqueda constante de ese momento que conocemos como enamoramiento.

El amor a diferencia del enamoramiento que busca hacerme sentir bien, tiene otro objetivo: lograr que el otro sea como es, y sea lo mejor que pueda ser; produciendo en mí un sentimiento de plenitud al ir creciendo con el otro, a pesar de las dificultades que vamos teniendo.

Enamorarse, es hermoso; pero amar y ser amado, es aún más.
Por: Lic. Ana Patricia Vera (psicoterapeuta)

Fuente: Almas

¿Por qué Dios no me responde? Mtra. Rosario Alfaro Martínez

¿Qué pasa cuando nuestras oraciones no son escuchadas? ¿A caso Dios se olvida de nosotros? ¿Hemos pecado y por eso no somos dignos de que nos responda? ¿O Dios es un ser malvado que se complace en nuestro dolor?


Hay ocasiones en las cuales pareciera que nuestras oraciones no son escuchadas, incluso muchos de nosotros llegamos a dejar de lado nuestras oraciones porque sentimos que Dios no nos responde, y que por el contrario mientras más pedimos una cosa menos la obtendremos.

Tenemos que recordar que la oración no es una fórmula mágica para conseguir lo que nosotros pensamos que necesitamos, sino que es una manera de someter nuestra vida a la voluntad de Dios, es ir a encontrarnos con Él. Pero partiendo de la idea, de que las mejores cosas que nosotros podamos desear para nosotros mismos, no se comparan con las cosas buenas que Dios quiere darnos, el Señor dice en su palabra:

"Que bien me sé los pensamientos que pienso sobre ti, pensamientos de paz y no de desgracia, de daros un porvenir de esperanza”.

Jeremías 29, 11

Dios quiere darnos lo mejor, pero el tiempo de Dios no es nuestro tiempo, y algo que pedimos, puede ser que no sea el momento para que lo recibamos, o que Dios quiera darnos algo mejor por difícil que esto parezca, por ejemplo, cuando alguien padece una enfermedad terminal, probablemente pida a Dios la salud, y tal vez sienta que Dios no lo escucha, pero no es así, lo más seguro es que Dios quiera darle algo mucho mejor que la salud física, que quiera enseñarle más sobre el perdón, sobre el amor, sobre la misericordia, sobre su vida misma.

¿Esto significa que no tenemos que pedirle a Dios nada porque Él sabe lo que necesitamos?, No, a Dios le gusta que le pidamos, Él dice:

“Me invocarás y vendrás a rogarme y Yo te escucharé, Me buscarás y me encontrarás, cuando me busques de todo corazón, me dejaré encontrar por ti”.

Jeremías 29, 12-14


Algunos creen que cuando no reciben la respuesta a sus oraciones es porque tienen algún pecado oculto por el cual Dios no les responde; puede que haya casos en que así sea, pero no podemos generalizar, hay ocasiones en las cuales no tenemos un pecado, y no sentimos que seamos escuchados, sin embargo, hay que confiar en que Dios dice:

“Llámame y te responderé te mostraré cosas grandes y secretas que tú desconoces”.

Jeremías 33, 3


La mejor manera de confirmar esto, es haciendo la prueba.

“Confía en el Señor y obra el bien, disfruta pensando en el Señor y te dará lo que pida tu corazón. Encomienda tu vida al Señor, confía en Él, que actuará”.

Salmos 37, 3-5



“Ven y verás que bueno es el Señor, dichoso el hombre que se acoge a Él”

Salmo 34, 9

¡Vamos haz la prueba y verás que bueno es el Señor!


Fuente: Almas

¿Cuándo es el momento indicado para tener relaciones sexuales?

El mejor momento para tener relaciones sexuales es cuando puedas entregarte en cuerpo y alma a la persona que amas. Por lo que hemos visto a través de nuestra experiencia, el momento indicado es el matrimonio ya que es cuando se cumplen las condiciones para que la relación sexual sea plena y podemos donarnos de manera completa, sin miedo, sin reservas, porque nos sentimos seguros ante el compromiso de que hemos decidido tomar.Si lo reconoces valioso, entonces te será más fácil esperar para entregarla a el hombre que ames y que te ame. Trata de vivirlo con naturalidad, pensando que si bien puede ser difícil lograrlo, vale la pena esperar.

También es importante que conozcas tu propia mentalidad y que tengas la información necesaria para poder tomar una decisión informada. Contesta las siguientes preguntas honesta y abiertamente y esto puede ayudarte a saber cuál es tu nivel actual de conocimientos en materia sexual:

- ¿Qué sabes acerca de las infecciones de transmisión sexual (ETS)?
- ¿Qué sabes acerca del embarazo?
- ¿Qué harías si estuvieras embarazada? ¿estás preparada para afrontarlo?
- ¿Cómo crees que reaccionaría tu novio ante un embarazo? ¿asumiría la responsabilidad?
- ¿En qué forma encajan las relaciones sexuales con tus valores personales?
- ¿Confías en tu pareja y la respetas?
- ¿Tu pareja confía en ti y te respeta?
- ¿Se sienten presionados tú o tu pareja para tener relaciones sexuales? Si la respuesta es sí, ¿por qué?
- ¿Qué harían tú y tu pareja si el resultado de sus relaciones sexuales es una infección?

Lo esencial es que tú y tu pareja confíen y se respeten mutuamente, sí es así, lo más seguro es que puedan esperar más tiempo y darse la oportunidad de lograr una intimidad emocional profunda antes que una intimidad sexual.

Elegir esperar hasta que te sientas segura para estar en una relación sexual es absolutamente correcto. Es tu derecho decidir cuando es el momento apropiado para ti, y no hay necesidad de sentirse culpable por tu decisión. Es posible y valido que no estés lista emocionalmente, o quizá esto no encaje bien con tus creencias religiosas o culturales. Entonces necesitarás hablar con tu pareja, o necesitarás averiguar más acerca del embarazo y de las ETS. Si no te sientes segura respecto a algo, es mejor solucionarlo antes de tomar cualquier decisión.

Confía en Dios, pídele ayuda y fortaleza para que puedas lograr lo que te propongas. Cuídate mucho, no olvides que si necesitas algo, estoy para servirte.

Fuente: Almas

El famoso juego "Farmville" ya dejó una víctima.

Este hecho lamentable se produjo en Florida. Las autoridades de dicho estado han considerado que la mujer podría ser condenada de 25 a 50 años por delito de asesinato en segundo grado

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Alexandra V. Tobias, de 22 años, mató a su hijo de 3 meses de edad por interrumpirla mientras avanzaba en su juego favorito en Facebook , el popular “ FarmVille”. La estadounidense, confesó a las autoridades que la muerte del bebe fue de forma accidental, producto de los nervios en el que se encontraba a causa que éste le impedía seguir con la aplicación.

“Sacudí al bebe, me fui a fumar un cigarrillo para recobrar la compostura y después lo sacudí de nuevo”, dijo Alexandra a los investigadores del caso. Además manifestó no estar segura en qué momento pudo causarle la muerte a su pequeño hijo.

Ricardo Manteáis, fiscal encargado del caso, aseguró que Alexandra podría purgar cadena perpetua por el delito de asesinato en segundo grado. No obstante, debido a que el juicio se realiza en Florida, “la condena que tendría sería de 25 a 50 años”, indicó.

Fuente: El Comercio

¿Qué hacer cuando surge el desafío?

El gran desafío para cada uno de nosotros en este comienzo de semana es: “Pensar en la verdad en lo mas intimo de nosotros” ( Sl 14) es ser, cuando estamos solitos, la misma cosa cuando estamos con las personas. Para eso, constantemente, necesitaremos vigilarnos en cada actitud y delante de cada pensamiento preguntarnos: “Si yo estuviese con alguien tendría el coraje de realizar esta acción? Si yo estuviese en la frente de tal persona, yo diría eso?.

Necesitamos ser honestos con nosotros mismos para que la luz de Cristo brille en nosotros y todos los que ven nuestras obras den gloria a Dios.

Vamos a ejercitarnos hoy a pensar la verdad en nuestra intimidad y ser quienes somos solos o acompañados?

Señor, danos la gracia de ser luz en nuestro ambiente de trabajo, en nuestra casa y por donde pasamos.

Jesús, en vos confío!

Luzia Santiago
Comunidad Canción Nueva.

Fuente: Canción Nueva

¿Tu fe tiene fundamentos?

Los Sacramentos de la Fe

Cristo envió a sus apóstoles para que, en su nombre, proclamasen a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados(Lc 24, 47). De todas la naciones haced discípulos bautizándolos en el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo (Mt 28,19). Lamisión de bautizar, por tanto la misión sacramental, está implicada en la misión de evangelizar, porque el sacramento es preparado por la Palabra de Dios y por la fe que es consentimiento a esta Palabra: El pueblo de Dios se reúne sobre todo , por la palabra de Dios vivo… necesita la predicación de la palabra para el ministerio de los sacramentos.En efecto, son sacramentos de la fe que nace y se alimenta de la palabra (PO4).

Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero, como signos, también tienen, un fin instructivo. No sólo suponen la fe, también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones; por eso se llaman sacramentos de la fe (SC 59)

La fe de la Iglesia es anterior a la fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesa la fe recibida de los apóstoles, de ahí el antiguo adagio: Lex orandi, lex credendi (La ley de la oración es la ley de la fe) (o: legem credendi lex statuat supplicandi (la ley de la oración determine la ley de la fe), según Próspero de Aquitania, siglo V, ep. 217). La ley de la oración es la ley de la fe, la Iglesia cree como ora. La liturgia es un elemento constitutivo de la Tradición santa y viva (cf DV 8).

Por eso ningún rito sacramental puede ser modificado o manipulado a voluntad del ministro o de la comunidad. Incluso la suprema autoridad de la Iglesia no puede cambiar la liturgia a su arbitrio, sino solamente en virtud del servicio de la fe y en el respeto religioso al misterio de la liturgia.

Por otra parte, puesto que los sacramentos expresan y desarrollan la comunión de fe en la Iglesia, la lex orandi es uno de los criterios esenciales del diálogo que intenta restaurar la unidad de los cristianos (cf UR2 y 15).

Los sacramentos de la salvación

Celebramos dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan. Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; El es quien bautiza, El quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa (cf Cc. De Trento: Ds 1605 y 1606). Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; El es quien bautiza, El quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa. El Padre escucha siempre la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la epiclesis de cada sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. Como el fuego transforma en sí todo lo que toca, así el Espíritu Santo transforma en vida divina lo que se somete a su poder.

Tal es el sentido de la siguiente afirmación de la Iglesia (cf Cc. De Trento: DS 1608): los sacramentos obran ex opere operato (según las palabras mismas del Concilio: por el hecho mismo de que la acción es realizada), es decir, en virtud de la obra salvífica de Cristo, realizada de una vez por todas . De ahí se sigue que el sacramento no actúa en virtud de la justicia del hombre que lo da o que lo recibe, sino por el poder de Dios (S. Tomás de A., s. th. 3, 68, 8). En consecuencia, siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el poder de cristo y de su Espíritu actúa en él por él, independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.

La Iglesia afirma que para o los creyentes los sacramentos de la Nueva Alianza son necesarios para la salvación (cf Cc. De Trento: DS 1604). La gracia sacramental es la gracia del Espíritu Santo dada por Cristo y propia de cada sacramento. El Espíritu cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de Dios. El fruto de la vida sacramental consiste en que el Espíritu de adopción deifica (cf 2P 1,4) a los fieles uniéndolos vitalmente al Hijo único, el Salvador.

Los Sacramentos de la Vida Eterna

La Iglesia celebra el Misterio de su Señor hasta que èl venga y Dios sea todo en todos (1 Co 11,26; 15, 28). Desde la era apostólica, la liturgia es atraída hacia su término por el gemido del Espíritu en la Iglesia: ¡Maranatha! (1Co 16,22). La liturgia participa así en el deseo de Jesús: Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros.. hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios (Lc 22,15-16). En los sacramentos de Cristo, la Iglesia recibe ya las arras de su herencia, participa ya en la vida eterna, aunque aguardando la felizesperanza y la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo (Tt 2,3).

El Espíritu y la Esposa dien: ¡Ven!….¡Ven, Señor Jesús! (Ap 22, 17.20). S. Tomás resume las diferentes dimensiones del signo sacramental. (Por eso el sacramento es un signo que rememora lo que sucedió, es decir, la pasión de Cristo; es un signo que demuestra lo que se realiza entre nosotros en virtud de la pasión de cristo, es decir, la gracia; y es un signo que anticipa, es decir, que preanuncia la gloria venidera, s. th. III. 60,3).

Fuente: De la revista “Tupãsy Ñe’e

Fuente: Canción Nueva

La diferencia nos hizo amigos

Una vez, a cinco pintores, se les propuso un gran proyecto: trabajar en común para una gran exposición pictórica que tendría lugar con motivo del Año Nuevo.

Dicho y hecho. Los profesionales de la pintura se pusieron manos a la obra.

Lo cierto es que, el evento, levantó gran expectación en la localidad elegida. Todos los habitantes de aquella población hablaban de lo distintos que eran los pintores y que, precisamente por ello, la ocasión habría de ser aprovechada por ellos y por otros tantos hombres y mujeres de la zona.

Pero, un buen día, a punto de abrise la exposición los pintores comenzaron adiscutir sobre los colores que usaban unos y otros, sobre los temas elegidos, sobre el marco que adornaba el cuadro de cada uno. En definitiva…cayeron en una gran discusión a cuenta de “las diferencias” en su pintura.

El conflicto trascendió a la calle. Y toda la ilusión y el entusiasmo que habían puesto los moradores de aquel pueblo se fueron desvaneciendo. ¡Cómo es posible que sean incapaces de ponerse de acuerdo!.

Exclamaban.

Por la tarde, cuando estaban a punto de recoger los bártulos, y marcharse los pintores cada uno a su casa de repente, un niño, se coló por una ventana y dijo: “¡uy..que cuadros tan diferentes y tan bonitos todos….no había visto nunca una cosa igual”.

Los profesionales de la pintura se miraron sonrrojados, unos a otros, y abrazándose y riéndose de sí mismos dijeron: “es verdad…es mucho más lo que esperan de nosotros, y lo que descubren en nuestras diferencias que lo que nosotros discutimos de ellas”. Y dicen, que le exposiciòn llevó este título: “La diferencia nos hizo amigos”.

Historia Urbana
Fuente:Canción Nueva

miércoles, 27 de octubre de 2010

La espera permite prepararse para la otra persona

Por: Jokin de Irala


Al igual que cualquier actividad humana, la sexualidad humana lleva a la felicidad en la medida en que exista una preparación previa, cierto conocimiento y un tiempo de maduración de la persona. Resulta útil explicar a los jóvenes que el amor humano tiene que ir madurando desde el primer enamoramiento inmaduro del adolescente, hasta el amor adulto.

El amor entre un hombre y una mujer comienza por una atracción física inicial, un deseo de conocer mejor a la otra persona, un deseo de amistad. Se pasa del “amor a si mismo” a amar a otra persona aunque al principio este amor siga siendo “para uno mismo”. Podemos decir que es un amor un tanto posesivo en sus inicios porque el enamoramiento inicial nos gusta en tanto que nos aporta algo, nos da felicidad y estimula nuestro narcisismo. Con cierta frecuencia se piensa más en uno mismo que en la persona amada. Este proceso de maduración es posible si el joven adquiere simultáneamente ciertas características personales y psicológicas que son imprescindibles para crecer como persona y para tener éxito en el amor. Así, si una persona no tiene paciencia, no sabe comunicarse, no decide “avanzar” declarándose a la persona amada o “renunciar” a ella para fijarse en otra, no conseguirá nunca pasar del “amor a uno mismo” al “amor al otro”.

El proceso de maduración puede seguir su curso en la medida en que ambos vayan incorporando más claves como las que acabo de enumerar. Si aprenden a aceptar al otro, crecen en voluntad, libertad y autodominio, pueden pasar del “amor al otro para uno mismo” al “amor al otro para el otro”.

El amor puede seguir madurando y cuando los enamorados aprenden a querer realmente el bien del otro, a superar las dificultades habituales en cualquier relación humana, cuando han madurado la idea del compromiso y, si no son creyentes integrando su fe en todo el proceso, llegarán finalmente al amor adulto: ”juntos, amarán a los demás”. El amor humano adulto es fecundo, es aquel en donde dos personas abrazan el objetivo común de querer a los demás. Cuando se habla de la “fecundidad de la pareja”, no significa pensar solamente en los hijos que puedan tener juntos. La fecundidad matrimonial incluye, de hecho, tres aperturas. La pareja “como un equipo” se abre a los demás en tres vertientes esenciales. A través de la paternidad, teniendo hijos propios y/o adoptando los hijos de otros; también se abren a los demás a través de la amistad y por último se abren a la sociedad colaborando en su construcción mejora a través de la solidaridad y la participación social. El amor entre dos personas no alcanzaría su pleno potencial sino se abre a los demás, si no incluye una preocupación genuina por aliviar el sufrimiento ajeno, trabajando por ejemplo a favor de la democracia o la justicia social. Evidentemente, cada matrimonio reparte su tiempo entre cada una de estas “aperturas” según su generosidad, sus posibilidades, situaciones y aptitudes personales.

Lo que no cabe duda, al observar esta progresión de la madurez desde el enamoramiento inicial al amor maduro, es que es preferible llegar al amor y ala sexualidad adulta después de enriquecerse con todas cualidades y capacidades que permiten su pleno desarrollo. En esto consiste la preparación de la espera. La espera permite que las cualidades de la persona se desarrollen y maduren a la par de su desarrollo biológico, más automático, y sin que el impulso de la biología precipite al joven a situaciones que frenarían o harían más complicado su crecimiento personal. Esta preparación precisa de tiempo y de esfuerzo y ritmo personal. Constituye, en realidad un proceso de aprendizaje donde desempeñan papeles esenciales la voluntad de la persona que madura y sin la cual no es posible ningún cambio, la ayuda de educadores y el acompañamiento de los padres y otras personas de su familia y entorno, sobre todo cuando surgen dificultades. Los buenos amigos también son imprescindibles en la educación afectiva y sexual de la juventud en contraposición con programas de educación sexual más bien “veterinarios” o centrados solamente en la biología. No son características complejas o extrañas. De hecho, cualquier grupo de adolescentes o adultos jóvenes acabaría enumerando estas claves si se les preguntase “que cuestiones o características considera importantes para tener éxito en el amor”.

La espera es un acto de amor anticipado

Además de una oportunidad para prepararse en la serenidad y objetividad, la espera es en sí un acto de amor hacia esa persona con quien podemos acabar compartiendo nuestra vida; aunque no la conozcamos todavía. Cuando tras la espera uno se entrega a la persona amada por primera vez, no solamente le está entregando su persona entera en esa relación sexual concreta sino que, de hecho, le ofrece indirectamente el don de la exclusividad, el don de la espera, el don de las dificultades y paciencia que ha tenido en el pasado para conseguirlo. La espera se puede considerar, por tanto, como un acto de amor anticipado que se hace realidad o concreto en el momento en que uno se entrega por primera vez a la persona Amanda. Hay personas que dan poco o ningún valor a la exclusividad como don especial. Sin embargo, es una opción que objetivamente existe y puede resultar interesante a muchos si lo piensan con detenimiento.


Fuente: Almas

El Espíritu Santo nos purifica

El Espíritu Santo limpia, purifica, destruye todo lo manchado y se lleva nuestras basuras. Por eso es agua que lava, viento que arrasa y fuego que quema

“Cuando lave el Señor la suciedad de las mujeres de Sión y friegue la sangre de dentro de Jerusalén. con un viento justiciero, con un soplo abrasador”. ( Is 4,4 )

Cuando nos sentimos sucios por dentro, por nuestras infidelidades, egoísmos o malas acciones, invoquemos al Espíritu Santo para que queme todo eso con su fuego y lo destruya para siempre: “ Será fuego de fundidor, lejía de lavandero” ( Mal 3, 2).

Ya en el bautismo nos baño, vuelve a hacerlo cada vez que volvemos a él sinceramente arrepentidos: “ Nos salvó con el baño de nuestro nacimiento y larenovación por el Espíritu Santo” ( Tito 3,5 ).

Veamos como lo expresaba San León Magno:

“ Un pueblo que se consagra al cielo nace aquí de semilla fecunda; lo engendra el Espíritu Santo fecundado el agua. Sumérgete pecador, para limpiarte en la sagrada corriente. Viejo te recibirá el agua, pero te despedirá nuevo”.

Muchas veces, cuando hemos caminado y trabajado en un día de calor de verano, hemos disfrutado al sentirnos limpios después de un buen baño. Mucho más bella es la limpieza que realiza el Espíritu Santo si le permitimos que pase por nosotros con su agua purificadora.

Del libro: Los cinco minutos de Espíritu Santo.
Victor Manuel Fernandez.

Fuente: Canción Nueva

Un hombre nuevo según la esperanza

El hombre “nuevo” es el hombre según la esperanza. El hombre “nuevo” es la esperanza. Creo que este es el juicio mas sintético y también más justo para resumir lo que Pablo describe en el magnífico capítulo octavo de la Carta a los Romanos cuando habla elEspíritu, el cual está en germen dentro de nosotros, como una semilla de lo que será y que nos permite estar seguros y esperar.

En efecto, el Espíritu, antes que empujar al hombre a realizar un acto deesperanza, lo hace esperanza, pues inicia en él algo que según el designio de Dios será llevado a conclusión.
Podríamos ser acaso solamente el obstáculo de la conclusión pero el Espíritu nos es dado para que el hombre alcance dicho término: la resurrección, la plena libertad de los hijos de Dios, el mundo renovado.
El hombre nuevo es esperanza, el hombre espiritual es esperanza. Por esto, expresa, vive y testimonia la esperanza. Es ya esperanza por que es un principio que es garantía del cumplimiento. El Dios de los principios y de las promesas es el Dios del cumplimiento. En Él no hay “sí” y “no”. Pablo, en el primer capítulo de la Segunda Carta de los Corintios, escribe que en Él se encuentra solamente el “si”. Además, en nosotros hay el “si” y el “no”, pero en Cristo hay solamente el “si” a las promesas del Padre. En verdad, sobre esto se apoya la esperanza del cristiano.

El cristiano espera por sí mismo y por el mundo, por que dice: “Hay una salida, no todo es cerrado, hay una referencia; más allá no está el vacío, la nada”. Entonces, espera por sí mismo y por el mundo, a pesar de que todo vaya en el sentido contrario a la esperanza. En el mundo hay esperanza no por que existía el espíritu del mundo, sino por que hay el Espíritu de Cristo. Por éste se puede esperar.

También aquí, si quisiéramos comprender al “antiguo” y al “nuevo” - como se expresa en la estructura del hombre espiritual en cuanto es esperanza por el Espíritu de Cristo-, podrámos decir que la dialéctica entre “antiguo” y “nuevo” se configura principalmente como contraste entre esperanza. Si en el primer caso se trata de un contraste, una tensión, una lucha entre sabidurías, en el segundo deberíamos decir que se trata de un contraste, una tensión, una lucha entre esperanzas. El hombre “nuevo” vive, no huyendo de esta dialéctica, sino más bien aceptándola y haciendo que sea la esperanza auténtica aquella que domine en la vida.

En la historia de la espiritualidad cristiana han existido falsas interpretaciones de la esperanza, las cuales se han manifestado como rechazo o condena del deseo, también del deseo de Dios.
La perspectiva propuesta no es, evidentemente, en este sentido, pero sí en el sentido de elaborar el propio proyecto en relación con el proyecto de Dios. A diferencia del hombre que ataca, el hombre de la esperanza en un ser humano abandonado que aprende a decir: “Soy” solamente un hombre.

Existe, además, la dialéctica entre la sumisión del hombre sin esperanza, aquel que cae en una especie de fatalismo, pensando “que tanto Dios a todo piensa” o “ nada tiene sentido” o “todo está predeterminado” y el ánimo del hombre que está seguro del sentido.

Y el sentido de la historia no es una teoría: tiene lo concreto del advenimiento que es Cristo.
Se da, por fin, la tensión, la dialéctica, entre la angustia del hombre que teme precipitarse en lo absurdo y vacío, y la paz del hombre que aprende a abandonarse al misterio, no ambiguo, de un amor primero que fue cumplido en Jesucristo.


Fuente: Canción Nueva

Quiero un matrimonio feliz

Es extraño percibir que muchas parejas, aún cuando ya tienen años de convivencia, viven como si no hubiese un compromiso común entre ellos. Sabemos que dejamos marcas sensibles de aquello que somos y, en muchos otros casos, absorbemos los modos de aquel con quien convivimos. A partir de esas experiencias, quedamos más comprometidos con aquellos que están a nuestro lado, por medio de la complicidad común que rige nuestras relaciones.

Para los recién casados, tenemos la impresión que todo el tiempo del mundo sería poco para vivir la realización de los proyectos idealizados a dos. Con el pasar del tiempo, algunas parejas dejan de lado el celo, el cuidado por el otro, y el proyecto de “vivir felices para siempre” parece ser ofuscado en función de las dificultades pertinentes al convivio o tal vez por la gran importancia dada a factores de menor relevancia.

Si para establecer fuertes lazos de amistades necesitamos “quebrar el hielo”, de la misma forma, dentro de una relación conyugal será necesario rasgar la película del individualismo, melindres, rencores entre otros problemas, que podrán surgir con las tribulaciones en lo común del día-a-día. Con eso, nos dejamos ser influidos por las experiencias, conceptos, entendimientos y razones del otro. Mucho más que, apenas, dividir las obligaciones y responsabilidades comunes de la vida conyugal, debe estar el deseo de componer una nueva historia de vida con la participación especial de aquel (a) a quien amamos.

Observando a las parejas transeúntes en ambiente público, fácilmente diferenciaremos los novios de las parejas que ya viven, hay algún tiempo, el matrimonio. Hasta podemos quedar escandalizados con los novios más apasionados que intercambian caricias de manera desenfrenada, olvidándose de que están en ambiente público. En otras ocasiones, podremos ser sorprendidos con gestos de cariño de otras parejas que aparentan tener años de convivencia. Con pocos cabellos y blanquecinos por el tiempo, todavía cultivan laalegría de propiciar al otro el aliento del amor compartido en la simplicidad de un beso.

Algunas parejas todavía saben proporcionar uno al otro la seguridad por medio de las manos entrelazadas, aunque ya no tengan la misma vitalidad de fuerzas de antes. Para ellos, si fuesen interpelados con la sentencia del cónyuge: “¿Qué soy para ti?” Ciertamente la respuesta sería alguna cosa parecida con “¡Eres mi mejor pedazo!”

Tal vez algunas parejas no tengan una respuesta para la simple pregunta del cónyuge: “¿Qué soy para ti?” Aunque quien esté preguntándole eso no sea un extraño, pero alguien a quien se conoce muy bien, y está a su lado por mucho tiempo. Pues, aun conviviendo bajo el mismo techo, dividiendo la misma cama, muchos no participan de la vida uno del otro como si fuesen uno.

Tal vez, los recaditos apasionados en un pedazo de servilleta, o el beso del “buen día” sumado con el deseo de comprometerse con el cónyuge en aquello que contribuyó para su felicidad, pueda ser el comienzo para hacer con que el otro se apasione nuevamente.Cada mañana será necesario revivir las actitudes que, un día, conquistaron la atención y el amor del otro. Dificultades todos las demás parejas también vivieron y supieron superar cuando, sumado a sus esfuerzos, depositaron la confianza en Aquel que los unió.

Un abrazo, Dios nos bendiga con el romanticismo renovado.

Fuente: Almas

El camino para la sanación

En 1979, dirigí un retiro para chicas de una universidad católica de la India. Luego una de las chicas me escribió una carta diciéndome que su hermano salió de su casa y fue a vivir con los jipis a la ciudad de Goa, porque habían descubierto que él era drogadicto. Ella me pidió que orase por él para que volviera a casa.; Respondí su carta diciéndole: “No voy a orar para que él vuelva a casa, para volver como se él se fue. Voy a hacer algo mejor: voy a rezar para que él tenga una total conversión para una vida nueva”.

No pasó mucho tiempo y ella me escribió contándome lo que había pasado. Ese muchacho fue a hacer un retiro con otros jóvenes que le dijeron: “Hay un retiro para Jóvenes y estamos yendo para pasarla bien. Vamos a llevar las drogas y las jeringas. También oímos decir que habrá muchas chicas”.

Pero fue en aquel retiro que el Señor cambió su vida. Èl entró en el proceso contemplo que llamamos cura interior.

Aquel retiro lo ayudó a encontrar las causas profundas de sus problemas, que es siempre el primer objetivo de la acción de Dios: ayudarnos a conocer del modo que él conoce, no de forma superficial, sino profundamente, nuestro corazón.

Él encontró la razón, el porqué de que toda su vida esté en una confusión: la muerte de su madre.

A los cinco años, su madre murió quemada delante de sus propios ojos intentando sacarle los fósforos con los que estaba jugando.

¡Pueden ustedes imaginar el trauma en esta criatura! Y su abuela todavía le decía: “Tú causaste la muerte de tu madre”.

Su padre era coronel del Ejército indio, no tenía tiempo para dedicar a las criaturas y las envió a la casa de sus parientes para que cuidasen de ellas. Y ellos tuvieron que enviarlas a escuelas de internados.

El pequeño joven Mateo sufrió demasiado, odiaba a todo. Cuando llegó a la universidad todo ese resentimiento salió hacia fuera y comenzó a hacer cosas erradas.

Los jóvenes, normalmente, hacen cosas erradas solamente para herir o provocar a alguien. Es como un tipo de venganza. Él comenzó a fumar, beber, tomar drogas.. Un día, cuando su padre fue a una reunión a la escuela, se enteró de que el joven había faltado casi el año entero, fue a dar clases solo tres días. Le contaron que su hijo era drogadicto y lo castigó físicamente, por eso Mateo se fue de la casa.

En el retiro Mateo descubrió las razones por las cuales su vida estaba de es modo. Era la muerte de su madre que él ya tenía olvidada.

En segundo lugar, aquel retiro ayudó a remover los bloqueos para su cura. Perdonó a todos: a Dios por haberlo dejado sin madre, a su madre por haber muerto y haberlo dejado solo, a su abuela, a su padre. Pidió perdón a los profesores de la escuelas y a las personas a las que él había herido. Renunció a las prácticas ocultas que estaba practicando. Él había llevado al retiro unos pequeños ídolos hindúes que siempre tenía en su bolso como protección, y en la noche del primer día de retiro, los sacó y tiró al río.

Este fue el segundo paso de la cura interior: remover los bloqueos de falta de arrepentimiento, falta de perdón y de haber participado de prácticas ocultas.

A partir de ese día Mateo entró en el tercer paso de la cura interior que es alabar a Dios.

Mateo alabó al Señor diciendo: “Padre del cielo, no sé cómo te llevaste a mi madre cuando yo era tan pequeño. Sé que nunca voy a descubrir por qué pasó esto conmigo, y tampoco quiero saberlo. Solo quiero alabarte porque, en tu plan maravilloso para que mi vida, esto pudo haber sido la mejor cosa que me sucedió”.

Alabar significa: entregar nuestros problemas al Señor. Pero primero es necesario aceptar que esto viene de Él, agradeciendo de corazón.

¿Como supe yo que Mateo estaba curado? Antes no podía siquiera pronunciar el nombre de su madre, y ahora pasó a dar testimoniode su muerte. Faltaba a los exámenes de la escuela, no llevaba sus estudios en serio y luego se volvió el mejor alumno de la universidad. Además, se encontraba frecuentemente con su padre.

Hoy su familia es una de las más importantes del Catolicismo de la India. Todos están en la Renovación Carismática.

Mateo fue a otra universidad y me escribió invitándome a dar un retiro para los profesores y los directores. Yo pensé que ningún profesor vendría al retiro de la Renovación, pensé que solo tal vez uno o dos. Pero todos, los cien profesores y los diez padres de aquella universidad fueron. Aquel joven estaba predicando en el retiro junto conmigo para sus propios profesores, porque ellos vieron mucho cambio en su vida.

Seis años atrás recibí una llamada de él diciéndome que después de sus estudios en la universidad hizo un examen donde estaban inscriptas cincuenta mil personas para un cargo muy importante en el gobierno de la India. Fue él escogido y las bendicionescomenzaron a llegar a su vida. Él me dijo: “Padre, ahora soy gerente de una gran industria de la India; pero rece por mí, estoy yendo para las islas Mauricio; fui nombrado como gerente allá”.

Un año más tarde él me telefoneó pidiéndome para que fuese a las islas Mauricio a predicar en un encuentro carismático. Fui hasta allá en 1997 y nuevamente en 1998. Había muchos grupos de oración en francés y él comenzó a implantar la Renovación en inglés. Pude ver el inmenso bien que estaba haciendo allá.

Hoy está casado y tiene cuatro hijos pequeños. Es el líder de la Renovación Carismática en todo el país y está llevando a personas hacia el Señor. El obispo de aquel país tiene total confianza en él.

Este es el efecto del perdón, del arrepentimiento y de la cura interior. Cuando te encuentras con Jesús en la eucaristía, lo que Dios hizo en la vida de Mateo puede hacerlo en la tuya.

He visto en todos estos años que Dios con frecuencia usa instrumentos arruinados, pecaminosos, débiles, rechazados, para el trabajo de evangelización, de cura, al servicio del pueblo. Pero son instrumentos que fueron restaurados, curados y llenados del poder del Espíritu Santo para realizar el trabajo que Dios les confió.

Del libro: “Pasos para la sanación”

Padre Rufus Pereyra

Fuente: Canción Nueva

La oración supera el egoísmo

El egoísmo es el mayor enemigo de la oración porque no permite amar, y sin amor nada me mueve a elevar el espíritu, el egoísmoquiebra las alas y no deja volar, al contrario, somete y arrastra robando libertad, la libertad para descubrir la grandeza del amor.

La libertad no conoce las cadenas, la libertad no se deja atar, no se deja comprar ni vender, pero el egoísmo es contrario a la libertad.

El egoísmo es oscuridad en el horizonte, nubes negras que impiden orientar el vuelo, que confunden impidiendo arribar a nuestro destino. El egoísmo es adversario del espíritu, no nos deja encontrarnos con nosotros mismos y sentir la inmensa alegría de ser libres.

Pero la oración puede vencer el egoísmo, cuando se convierte en una actividad frecuente, cuando la mente construye la oración y la boca la pronuncia, cuando la oración mental se hace contemplativa y proclama el éxtasis que el ama siente, compartiendo la alegría del paraíso.

Muchas veces nos sorprende la belleza que la exaltación del espíritu nos muestra: el sol, la luna, las estaciones, todo en armonía.

La oración contemplativa nos permite admirar la grandeza sobrenatural de todo lo que percibimos y bendecir por encima de todo egoísmo.


Del libro: “La bendición de Dios
Álvaro de Jesús Puerta

Fuente: Cancion Nueva

Virginidad y Castidad

La virginidad necesita de la presencia del Dios vivo en el corazón consagrado.

Solemos escuchar e incluso hablar del valor de la virginidad, pero en algunas ocasiones algunos tenemos un concepto limitado acerca de lo que significa e implica en su totalidad el concepto de virginidad.

Es por está razón que considero preciso mencionar que la VIRGINIDAD significa pleno consentimiento al pleno dominio de Dios, plena y exclusiva presencia de nuestro Señor. Es por eso que es sólo Dios mismo el misterio final y la explicación total de la virginida.

Es así como a pesar de la naturaleza complementaria de hombre y mujer, cuando Dios verdadero vive completamente en un corazón virgen, la necesidad de complementariedad hombre y mujer deja de existir ya que el corazón está ocupado y realizado plenamente.

En este sentido cuando Dios no ocupa plenamente un corazón consagrado, es entonces cuando nace la necesidad de complementariedad en la persona consagrada. Esto es ya que la virginidad sin Dios se convierte en un absurdo para la persona humana, pierde su connotación espiritual y sobrenatural, convirtiéndose en una vida de represión, en donde la virginidad y la castidad al perder su sentido de ser se convierten en una fuente de inestabilidad emocional más que en una fuente de paz y de encuentro con Dios vivo. Solo Dios es capaz de despertar la más grande llama de amor y de armonía en el corazón de un corazón solitario y silencioso, y es aquí donde Dios realiza el don de la libertad en la vida consagrada. Es ésta la razón por la cual un corazón consagrado en el cual habita la presencia verdadera de Dios nos es dependiente de ningún ser humano y es solo así como el corazón virgen y casto puede amar profundamente, entregarse por completo y permanecer en Dios mismo.

Por lo tanto Si Dios es el misterio y la explicación de la virginidad, podemos decir que cuanto más virginidad y castidad, más capacidad de experimentar la presencia viva de Dios y por lo tanto mayor la capacidad de amar universalmente. De tal manera que la virginidad y la castidad son además plenitud y libertad.

“María es una profunda soledad- virginidad- poblada completamente por su Señor Dios. Dios habita su corazón completamente. Esa figura humana que aparece en los evangelios tan plena de madurez y paz, atenta y servicial para con los demás, es el fruto de la virginidad y la castidad vivida a la perfección.”

Fuente: ALMAS

lunes, 25 de octubre de 2010

Depende de quién son las manos

Una historia que nos hace reflexionar sobre la confianza que tenemos en Dios y cómo para Él no hay nada imposible.

Depende de quien son las manos

Una pelota de basketball en mis manos vale 19 dólares
En las manos de Michael Jordan vale 33 millones de dólares
Depende de quien son las manos

Una pelota de baseball en mis manos vale 6 dólares
En las manos de Marck McGuire vale 19 millones de dólares
Depende de quien son las manos

Una vara en mis manos podrá ahuyentar a una fiera salvaje
En las manos de Moisés hará que las aguas del mar se separen
Depende de quien son las manos.

Una honda en mis manos es tan solo un juguete
En las manos de David es un arma potente
Depende de quien son las manos

Dos peces y cinco piezas de pan en mis manos son unos emparedados
En las manos de Jesús alimentarán a una multitud
Depende de quien son las manos

Unos clavos en mis manos serán suficientes para construir una silla
En las manos de Jesucristo traerán salvación al mundo entero
Depende de quien son las manos.

Como podrás ver, depende de quien son las manos
Así que, coloca tus aflicciones, tus preocupaciones, tus temores, tus
anhelos, tus sueños, a tu familia y a tus relaciones personales en las manos de Dios,
Porque recuerda de quien son las manos.

Historia Urbana

Oración por las vocaciones sacerdotales

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS
DE JUAN PABLO II

Espíritu de Amor eterno, que procedes del Padre y del Hijo,
Te damos gracias por todas las vocaciones
de apóstoles y santos que han fecundado la Iglesia.
Continúa, todavía, te rogamos, esta tu obra.
Acuérdate de cuando, en Pentecostés,
descendiste sobre los Apóstoles reunidos en oración
con María, la madre de Jesús,
y mira a la Iglesia que tiene hoy
una particular necesidad de sacerdotes santos,
de testigos fieles y autorizados de tu gracia;
tiene necesidad de consagrados y consagradas,
que manifiesten el gozo de quien vive sólo para el Padre,
de quien hace propia la misión y el ofrecimiento de Cristo,
de quien construye con la caridad el mundo nuevo.
Espíritu Santo, perenne manantial de gozo y de paz,
eres tú quien abre el corazón y la mente a la divina llamada:
eres tú que hace eficaz cada impulso
al bien, a la verdad, a la caridad.
Tus ‘gemidos inenarrables’
suben al Padre desde el corazón de la Iglesia,
que sufre y lucha por el Evangelio.
Abre los corazones y las mentes de los jóvenes,
para que una nueva floración de santas vocaciones
manifieste la constancia de tu amor,
y todos puedan conocer a Cristo,
luz verdadera del mundo,
para ofrecer a cada ser humano
la segura esperanza de la vida eterna. Amén.

Benedicto XVI:El secreto de la vocación: el silencio

Benedicto XVI:El secreto de la vocación: el silencio

¡Queridos jóvenes!

¡Ante todo quiero deciros que estoy muy contento de encontraros! Doy las gracias a Dios por esta posibilidad que me ofrece de permanecer un poco con vosotros, como un padre de familia, junto con vuestro obispo y vuestros sacerdotes. ¡Os doy las gracias por el afecto que me manifestáis con tanto calor! Pero os doy las gracias también por lo que me habéis dicho, a través de vuestros dos “portavoces”, Francesca y Cristian. Me habéis hecho preguntas, con mucha franqueza, y, al mismo tiempo, habéis demostrado tener puntos firmes, convicciones. Esto es muy importante. Sois chicos y chicas que reflexionan, que se preguntan, y que tienen también el sentido de la verdad y del bien. Es decir, sabéis usar la mente y el corazón, ¡y esto no es poco! Al contrario, diría que es lo principal en este mundo: aprender a usar bien la inteligencia y la sabiduría que Dios nos ha dado. La gente de esta tierra vuestra, en el pasado, no tenía muchos medios para estudiar, ni tampoco para afirmarse en la sociedad, pero poseía lo que hace verdaderamente rico a un hombre y una mujer: la fe y los valores morales. ¡Esto es lo que construye a las personas y la convivencia civil!

De vuestras palabras surgen dos aspectos fundamentales: uno positivo y uno negativo. El aspecto positivo viene desde vuestra visión cristiana de la vida, una educación que evidentemente habéis recibido de los padres, de los abuelos, de los demás educadores: sacerdotes, profesores, catequistas. El aspecto negativo está en las sombras que oscurecen vuestro horizonte: son los problemas concretos, que hacen difícil mirar alfuturo con serenidad y optimismo; pero son también los valores falsos y los modelos ilusorios, que nos vienen propuestos y que prometen llenar la vida, mientras que en cambio la vacían. ¿Qué hacer, entonces, para que estas sombras no lleguen a ser demasiado pesadas? ¡Ante todo, veo que sois jóvenes con una buena memoria! Sí, me ha impresionado el hecho de que hayáis recordado frases que pronuncié en Sydney, en Australia, durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2008. Y también habéis recordado que las JMJ nacieron hace 25 años. Pero sobre todo habéis demostrado tener una memoria histórica ligada a vuestra tierra: me habéis hablado de un personaje nacido hace ocho siglos, san Pedro Celestino V, ¡y habéis dicho que lo consideráis aún muy actual! Véis, queridos amigos, de esta forma, tenéis, como se suele decir, “un talento de más”. Sí, la memoria histórica es verdaderamente un “talento más” en la vida, porque sin memoria no hay futuro. ¡Una vez se decía que la historia es maestra de vida! La cultura consumista actual tiende en cambio a aplanar al hombre en el presente, a hacerle perder el sentido del pasado, de la historia; pero haciendo así le priva también de la capacidad de comprenderse a sí mismo, de percibir los problemas, y de construir el mañana. Por tanto, queridos y queridas jóvenes, quiero deciros: el cristiano es uno que tiene buena memoria, que ama la historia e intenta conocerla.

Por esto os doy las gracias, porque me habláis de san Pedro del Morrone, Celestino V, y sois capaces de valorar su experiencia hoy, en un mundo tan distinto, pero percisamente por esto necesitado de redescubrir algo que valga siempre, que sea perenne, como por ejemplo la capacidad de escuchar a Dios en el silencio exterior y sobre todo interior. Hace poco me habéis preguntado: ¿cómo se puede reconocer la llamada de Dios? Y bien, el secreto de la vocación está en la capacidad y en la alegría de distinguir, escuchar y seguir su voz. Pero para hacer esto, es necesario acostumbrar nuestro corazón a reconocer al Señor, a sentirle como una Persona que está cerca de mí y me ama. Como dije, es importante aprender a vivir momentos de silencio interior en el día a día para ser capaces de escuchar la voz del Señor. Estad seguros de que si uno aprende a escuchar esta voz y a seguirla con generosidad, no tiene miedo de nada, sabe y siente que Dios está con él, con ella, que es Amigo, Padre y Hermano. Dicho en una palabra: el secreto de la vocación está en la relación con Dios, en la oración que crece precisamente en el silencio interior, en la capacidad de escuchar que Dios está cerca. Y esto es verdad tanto antes de la decisión, en el momento, es decir, de decidir y de partir, como después, si se quiere ser fieles y perseverar en el camino. San Pedro Celestino fue ante todo esto: un hombre de escucha, de silencio interior, un hombre de oración, un hombre de Dios. Queridos jóvenes: encontrad siempre un espacio en vuestras jornadas para Dios, ¡para escucharle y hablarle!

Y aquí, quisiera deciros una segunda cosa: la verdadera oración no es de hecho extraña a la realidad. Si rezar os alienara, os quitase de vuestra vida real, estad en guardia: ¡no sería verdadera oración! Al contrario, el dialogo con Dios es garantía de verdad, de verdad consigo mismo y con los demás, y por tanto de libertad. Estar con Dios, escuchar su Palabra, en el Evangelio, en la liturgia de la Iglesia, defiende de las fascinaciones del orgullo y de la presunción, de las modas y de los conformismos, y da la fuerza de ser verdaderamente libres, incluso de ciertas tentaciones enmascaradas de cosas buenas. Me habéis preguntado: ¿cómo podemos estar en el mundo sin ser del mundo? Os respondo: precisamente gracias a la oración, al contacto personal con Dios. No se trata de multiplicar las palabras – ya lo decía Jesús –, sino de estar en la presencia de Dios, haciendo propias, en la mente y en el corazón, las frases del “Padre Nuestro”, que abraza todos los problemas de nuestra vida, o también adorando la Eucaristía, meditando el Evangelio en nuestra habitación, o participando con recogimiento en la liturgia. Todo esto no separa de la vida, sino que ayuda a ser verdaderamente uno mismo en todo ambiente, fieles a la voz de Dios que habla a la conciencia, libres de los condicionamientos del momento. Así fue para san Celestino V: él supo siempre actuar según su consciencia en obediencia a Dios, y por ello sin miedo y con gran valor, también en los momentos difíciles, como los relacionados con su breve Pontificado, no temiendo perder su propia dignidad, sino sabiendo que ésta consiste en estar en la verdad. Y el garante de la verdad es Dios. Quien le sigue no tiene miedo ni siquiera de renunciar a sí mismo, a su propia idea, porque “quien tiene a Dios, nada le falta”, como decía santa Teresa de Ávila.

¡Queridos amigos! La fe y la oración no resuelven los problemas, pero permiten afrontarlos con una luz y una fuerza nueva, de una forma digna del hombre, y también de forma más serena y eficaz. Si miramos a la historia de la Iglesia veremos que es rica en figuras de santos y beatos que, precisamente partiendo de un diálogo intenso y constante con Dios, iluminados por la fe, supieron encontrar soluciones creativas, siempre nuevas, para responder a las necesidades humanas concretas en todos los siglos: la salud, la instrucción, el trabajo, etc. Su arrojo estaba animado por el Espíritu Santo y por una amor fuerte y generoso por los hermanos, especialmente por los más débiles y desfavorecidos. ¡Queridos jóvenes! ¡Dejáos conquistar totalmente por Cristo! ¡Poneos también vosotros, con decisión, sobre el camino de la santidad, es decir, de estar en contacto, en conformidad con Dios – camino que está abierto a todos – porque esto os hará ser también más creativos en buscar soluciones a los problemas que encontráis, y en buscarlos juntos! He aquí otro signo distintivo del cristiano: nunca es un individualista. Quizás me diréis: pero si miramos, por ejemplo, a san Pedro Celestino, en la elección de la vida eremítica ¿no era quizás individualismo, fuga de las responsabilidades? Cierto, esta tentación existe. Pero en las experiencias aprobadas por la Iglesia, la vida solitaria de oración y de penitencia está siempre al serviciode la comunidad, abre a los demás, nunca está en contraposición con las necesidades de la comunidad. Los eremitorios y monasterios son oasis y manantiales de vida espiritual de donde todos pueden beber. El monje no vive para sí mismo, sino para los demás, y es por el bien de la Iglesia y de la sociedad por lo que cultiva la vida contemplativa, para que la Iglesia y la sociedad puedan estar siempre regadas por energías nuevas, por la acción del Señor. ¡Queridos jóvenes! ¡Amad a vuestras comunidades cristianas, no tengáis miedo de comprometeros en vivir juntos la experiencia de fe! ¡Quered mucho a la Iglesia: os ha dado la fe, os ha hecho conocer a Cristo! Y quered mucho a vuetsro obispo, a vuestros sacerdotes: con todas nuestras debilidades, los sacerdotes ¡son presencias preciosas en la vida!

El joven rico del Evangelio, después de que Jesús le propuso dejar todo y seguirle – como sabemos – se fue de allí triste, poque estaba demasiado apegado a sus bienes (cfr Mt 19,22). ¡Yo en cambio leo en vosotros la alegría! Y también este es un signo de que sois cristianos: que para vosotros Jesucristo vale mucho, aunque sea comprometido seguirle, vale más que cualquier cosa. Habéis creído que Dios es la perla preciosa que da valor a todo lo demás: en la familia, en el estudio, en el trabajo, en el amor humano… en la vida misma. Habéis comprendido que Dios no os quita nada, sino que os da el ciento por uno y hace eterna vuestra vida, porque Dios es Amor infinito: el único que sacia nuestro corazón. Me gustaría recordar la experiencia de san Agustín, un joven que buscó con gran dificultad, durante mucho tiempo, fuera de Dios, algo que saciase su sed de verdad y de felicidad. Pero al final de este camino de búsqueda ha comprendido que nuestro corazón está sin paz mientras que no encuentre a Dios, mientras no repose en Él (cfr Las Confesiones 1,1). ¡Queridos jóvenes! ¡Conservad vuestro entusiasmo, vuestra alegría, la que nace de haber encontrado al Señor, y sabed comunicarla también a vuestros amigos, a vuestros coetáneos! ¡Ahora debo irme y debo decir que siento mucho dejaros! ¡Con vosotros siento que la Iglesia es joven! Pero me voy contento, como un padre que está sereno porque ha visto que los hijos están creciendo y están creciendo bien. ¡Caminad, queridos chicos y queridas chicas! Caminad en el camino del Evangelio; amad a la Iglesia, nuestra madre; sed sencillos y puros de corazón; sed humildes y generosos. Os confío a todos a vuestros santos patronos, a san Pedro Celestino y sobre todo a la Virgen María, y con gran afecto os bendigo. Amén.

Fuente: ZENIT.org